CARTA DE AGRADECIMIENTO Y DESPEDIDA |
Como bien sabéis, durante mis ocho años de Hermano Mayor al frente de nuestra querida Hermandad, nunca he sido hombre de grandes discursos, siempre me ha gustado, al igual que en mi vida particular, llegar, estar y dejar el cargo haciendo el mínimo ruido posible. Por eso ahora que ha llegado mi hora de despedida como hermano mayor no iba a ser menos y me gustaría seguir en la misma línea, y como dije en mis breves palabras pronunciadas al finalizar el cabildo de elecciones, así como en el último boletín de la Hermandad, no me queda mas que felicitar a la nueva Junta de Gobierno entrante, de la cual formo parte para poder seguir colaborando como simple vocal pero con igual fuerza e ilusión que antes, así como dar las gracias, sin excepción, a todos los compañeros que han pasado por la junta de gobierno en estos dos mandatos en los que he estado al frente de ella; sin su ayuda, entrega, dedicación e ilusión no hubiera sido posible llevar a cabo todos los proyectos que se han culminado en estos años. Gracias por vuestro entusiasmo y paciencia. También por vuestras discrepancias y por expresarlas con libertad, pero también con la debida responsabilidad y reserva, en el foro adecuado, que no es otro que la Junta de Gobierno, pensando siempre en el bien de la Hermandad. Gracias por haberme acompañado hasta el final unidos como una piña Gracias a nuestro Director Espiritual Rvdo. Padre D. Rafael de la Palma Moreno Ruiz por tantos años de dedicación a la Hermandad por su apoyo personal y moral en momentos difíciles y su total disponibilidad con nosotros en todo lo que nos ha hecho falta su presencia, y muy especialmente por habernos ayudado a enriquecer nuestra vida espiritual durante las reuniones que quincenalmente tiene con los miembros de la Junta de Gobierno Gracias al grupo de capataces y costaleros, a los vestidores/as, a todas las componentes del taller de bordados, al grupo de acólitos, a los jóvenes y aquellos hermanos que no han pertenecido a la Junta de Gobierno, pero que siempre han estado ahí cuando se les ha necesitado muy especialmente durante la celebración de los distintos caterings dados por nuestra Hermandad. Quisiera pedir perdón a aquellos Hermanos que hayan podido sentirse disgustado por alguna de mis decisiones o de mi forma de proceder. Tener por seguro que, con mis defectos no soy perfecto, siempre he hecho lo que entendía era mejor para la Hermandad. He podido equivocarme y así lo asumo, pero os ruego que vuestro juicio sea benévolo, porque sólo el bien para la Hermandad perseguí, a mayor Gloria de Dios, Nuestro Señor, y su Bendita Madre No quisiera despedirme sin recordar a aquellos hermanos que se nos fueron, que bajo el Manto protector de María Santísima de la Piedad, gozan ya de la presencia del Santísimo Cristo de la Caridad. Interceded “mortajeros” que estáis en el Cielo, por estos hermanos vuestros y por vuestra bendita Hermandad de la Sagrada Mortaja de Algeciras ¿Sabéis? En estos ocho años, ha habido muchos momentos duros, incómodos, tristes, momentos en los que hemos tenido que vencer muchas dificultades, casi siempre económicas, momentos en los que se ha tenido que sacrificar muchas cosas, pero me quedo con el honor y el orgullo de haber sido el primer hermano mayor de esta Hermandad, con el enriquecimiento espiritual experimentado, y con el compromiso de ser cada día más cristiano, seguir el camino que Cristo nos enseñó y predicarlo con el ejemplo, y todo esto tengo que agradecéroslo a vosotros, por eso repito gracias, muchas gracias QUE EL SANTÍSIMO CRISTO DE LA CARIDAD Y MARÍA SANTÍSIMA DE LA PIEDAD, nos bendigan, nos iluminen y nos guíen el resto de nuestras vidas Manuel Sanz Delgado |